Recuerdos que se creen olvidados.

-¿Por qué tu apareces ahora, otra vez? ¿No te deje claro que no quería saber nada más de tí? ¿No te dije que ya me habías hecho suficiente daño? ¿Que creí qué mi corazón dejo de latir, el mismo momento en el que tu me empezaste a herir? ¿Qué ya no puedes más con este juego infantil? ¿Qué lo he intentando todo para olvidarte, pero aún sigues ahí? ¿Es qué no entiendes, que ya no puedo más con este dolor? Necesito destriparlo, sacarlo, alejarlo, necesito que se vaya... que no aparezca más. Que todo sea olvidado, que tu fantasma se vaya, no vuelva. Que todo sea como siempre había sido, sin tí. Sin tus mentiras.-

-Pero, ¿qué pasa con lo que quiero yo?-

-Pasaría, que por algún extraño motivo... te daría lo que quisieses.-

Gracias.

No tengo palabras suficiente para explicar como me siento hoy. A lo largo de este año, he sufrido enormes cambios; algunos para bien, y otros para mal. Pero aún así, todos me han enseyado algo importante. Cada recuerdo, cada sonrisa, cada lágrima, cada palabra... tiene un significado para mí. Algunos, momentos que se quedarán conmigo para siempre; otros que a lo mejor no durante tanto, pero aún así, me alegro.
Este año, ha sido uno de los mejores para mí. Por fin, poco a poco, se estan cumpliendo mis sueños. Y en parte, se lo tengo que agradecer a la gente que esta a mi lado, apoyándome y dándome animos para continuar.
Porque sé, que hay días que soy una plasta, que no paro de reírme, o que estoy enfadada con el mundo. Pero aún así, vosotros estaís ahí, para anirmame, apoyarme, o reíros conmigo.
Lo único que puedo decir con exactitud, es gracias. Gracias por este magnífico año, y espero que el siguiente sea aún mejor.
Hay gente, a la que hay que decir adiós, pero no me gusta, prefiero un hasta luego. A otra, en cambio, les quiero dar la bienvenida, y sobre todo, las gracias por dejarme ser tal y como soy; tal y como siempre he querido que me quisieran. Y vosotros lo haceís.
Conseguis, que este todo el día sonriendo y bromeando, haciendo la tonta sin sentido, o llorando de la risa. Y se que hay gente que leerá esto y se sentira aludida, y otra que no. Pero aunque tu creas que no; que nos conocemos de poco, o de mucho. Que no hemos mantendido una conversación con más de dos palabras, o de mil. Haces que sea tal y como soy. Porque es la gente, la que hace a las personas. La gente y las experiencias.

Ultima cara de amor.

Querido Amor:

No tengo fecha, ni hora, ni nada. Porque me di cuenta, de que esto se acababa. Ahora me siento idiota, por haber confiado en que saldria bien; y en que tu eras ese para mi. Asi que perdoname por haber creido cosas que pensaba que eran verdad.

Solo te pido una cosa. No creas que no te ame, porque no se si lo hice.

Adios, para siempre.

Promo:

Hola. Me llamo Eric y tengo veinte años. Soy alcoholico.

Todo comenzo cuando vendi mi inocencia al diablo. Tenia catorce años, y un futuro prometedor por delante. Aquella noche, todo iba a ser normal; o eso pensaba yo. [...]

Más en El diario de Madame.

¿Por?

- Paso de ti, no me vuelvas a hablar.-

-¿Por?-

-Tu ya lo sabes.-

Hoy, seré yo.

Siempre me preguntan que es lo que mas voy a echar de menos... y es no poder tener ese dia tan especial con vosotros; ese dia, en el que por fin abandonaremos el colegio. Y me resulta mucho mas duro de lo que jamas nadie creera. Estoy arriesgando amistades, que no se si seran para siempre. No poder hacer el ultimo viaje todos juntos. Quedarme sin llorar el dia en el que todos nos graduamos. No se, si el gran SUEÑO, vale tanto.

Y me resulta duro, despertarme todas las mañanas y tardar 15 minutos en darme cuenta, que es otro dia sin vosotros. 13 años de mi vida haciendo la misma... y ahora, se ha cambiado, de un dia para otro... sin previo aviso.

Echo de menos los recreos de monopoly, libros, juegos, charlas, tonterias... Los dias de lluvia en los que nos tocaba compartir paraguas. Esas salidas del colegio a las 2 de la tarde andando hasta casa. Los trabajos en grupo, con miles de tomas falsas. No poder saltar en clase y soltar un discursito. Perderderme todas y cada unas de las caidas de cada uno. Llorar por las malas notas, y alegrarme por las buenas. Los dias de camisetas iguales. Las peleas y gritos. Las risas y bromas. Es tanto lo que dejo atras.

No me pregunteis si hice lo correcto, porque hay veces que no lo creo.

Voler a empezar.

-Y cuando ya no puedes estar mas abajo, lo unico que te queda es subir y volver a empezar.-

-¿Lo dices en serio? ¿Eso pasa con todos?-

-Si, ya lo veras.-

Una moda pasajera.

Habia algo en su mente, que le hacia sentirse un objeto. Una edicion limitada, que todos querian tener; pero que solo uno podia lograr. Un cubo de agua le cayo encima. No, no podia ser eso. Pero, a veces, parecia tan real. Algunos que ya la habian tenido, se aburrian de ella... otros simplemente, aun querian conocer mas de ella. Querian cambiarla, adaptarla. Ella creia ser un animal enjaulado; queria ser libre. Se miro las manos, y grito.

Grito, al creer que unas cadenas le estaban oprimiendo las muñecas; y hacian que la sangre no circulara por ellas. Se las veia blancas, sin vida alguna. Queria llorar, pero no podia. Queria volver a chillar; pero, algo le estaba cubriendo la boca. Algo que hacia, que sus palabras se quedaran en silencio.

Ella era libre, nada le haria sentirse asi. Todo era su imaginacion. Nadie la podia tener, porque ella... Ella no era de nadie.

" Es solo un mal día"

Hoy es uno de esos días, en los que no me quiero despertar. En los que mil y una preguntan pasan por mi mente, bailoteando, y decidiendo por mi lo que hacer. De esos, en los que siento que no haga una del derecho, y las hago todas del revés. En los que ni una de esas fotos me hacen sonreír; ni un cuadro me hace sentir. Es de aquellos que quiero olvidar, pero no puedo. Es un día, en los que yo no soy capaz de hacer nada.

Nunca creí en lo de " es solo un mal día, mañana se solucionará"; porque yo no tengo solo un mal día... tengo varias semanas seguidas. No se como decir las cosas, que quiero decir. Por primera vez, mis palabras se quedan más pequeñas que mis ideas. Y mi lengua me traiciona, haciendo jugar malas pasadas.

Lo que me pasa, es algo más grande que eso.

... y todo lo que ella implica.

Lo odio, odio tanto esa palabra... y todo lo que ella implica. Me atormeta, tan solo de oirla nombrar, jamas habia conocido palabra tan miserable y equivoca. Es tan cruel, te hace sentir como que te puedes equivocar en cada momento, como que puedes ser alguien, y en el mismo momento dejar de serlo. No aguanto el mas minimo roce con ella, pero sin embargo, la noto detras de mi todo el tiempo; como si me persiguiera sin mas remedio. Como si lo unico que quisiera hacer es dañarme para nunca recuperarme. Pero tu, nunca lo logaras entender.

Tu nunca has sentido esa presion en el pecho, ese mal estar general que te hace quedarte dias y dias en la cama, sin otra cosa que pensar. Si, me oprimen la garganta, no me dejan pronunciar la mas minima palabra. ¿Por que, osas preguntas? Porque las DUDAS puden contigo, si, pueden hsta con la persona mas fuerte del mundo en tan solo un segundo; ellas son el enemigo mas temido del hombre desde el principio de los tiempos.

Matarían por tener un hogar...

-Yo no amo a aquellas personas a las que me entrego cada noche. El amor no es eso. ¿Qué va a saber una niña como tú de lo que es amar? ¿De lo que es sentirse mujer? ¡Tú, no tienes ni idea de lo que significa esas palabras que estas pronunciado ahora mismo! Medio París matarían por tener la mitad de lo que tu tienes.- La miro con furia, y la agarro de las muñecas.- Matarían por tener un hogar, alguien que les espera en casa, o al que abrazarse en las noches de invierno. O acaso no recuerdas como vivías antes. No te das cuenta de que ahora, eres feliz. A lo mejor más feliz de lo que lo serás el resto de tu vida. Pero claro, tu no quieres tener nada por seguro.-

Aquella chiquilla, le estaba sacando de sus casillas. Le cogio la otra muñeca, y la beso bruscamente. Poco a poco aparto su rostro del de ella, y la miro friamente; inspeccionando cada rincón de su alma, intentando averiguar que era aquello que tanto añoraba.

- Es eso lo que tu entiendes por sentirse mujer, ¿verdad?- dijo apartandose de ella.

INFO: Mi primero v-blogger.

Estimados señores, señoras y señoritas:

¡Aquí! ¡Si, aquí les traigo mi primer proyecto, les aviso que es pesímo, porque lo he hecho en una media hora, pero ire mejorando! El tema, uno cualquiera... que me hizo gracia un día.

Pues bueno, os lo dejo para que lo veais, y os riaís - de mí- un rato.

Un gran abrazo,
Madame Agridulce :)

Mi video.

INFO: Pregunta para aquellas personas que me leen.

Estimados señores y señoras:

Hoy, os quiero plantear otro de mis proyectos, para que ustedes me den su magnífica y siempre sabia opinión.

Como ultimamente, estoy tan tremendamente aburrida, y ya no me quedan más cosas posibles por hacer - tened en cuenta que, pinto en oleo y demás, actuo y voy a clases de teatro, escribo, leo, compongo y estoy en un grupo... aparte de mi vida social, claro.- Y como me estoy viciando tanto, ultimamente a los v-bloggers; he pensando probar.

Se que hay que ponerle ganas y demás, pero he pensando, que las perosnas de las que más me fio, sois vosotros. Aquellos que tan enamorada y hechizada me tienen con lo que escriben; así que os pediría vuestra opinión.

Un gran abrazo,
Madame Agridulce :)

El mismisimo infierno.

Ella estaba nerviosa y confusa. ¿Dónde se suponía que iba a ir? ¿Qué era aquello que le querian mostrar? A cada segundo que pasaba se ponia más y más histerica. Respiro, intentando parecer tranquila, pero sus nervios la delataban y cada vez hacía más y más tonterias. Al subir al coche, se sentía un poco fuera de lugar, pero aquella sonrisa le tranquilizaba. Le hacía sentir como si no se hubiese equivocado. Miró para todas las direcciones posibles... hasta que aquella fábrica se hizo visible.

El miedo poco a poco se hizo hueco entre aquel torbellino de emociones y sentimientos.

Y, cuando las puertas de aquel lugar se abrieron, ante ella se aparecio el mismisimo infierno. Lo que sus ojos veían... lo que sus oídos escuchaban... era la mejor voz que había oído, el mejor grupo que jamás sus oídos habían osado escuchar. Para ella aquel lugar, le abrió las puertas al inframundo. Al más duro y puro infierno, lleno de azufre, de drogas, de sexo y del rock del duro. Algo o alguien había despertado en ella....

Hoy, seré yo.

Escrita por Madame, mi querido alter- ego.

Hoy, ella cogio el ordenador. Le dio como siempre a enceder, y antes, incluso, de que se acabara de cargar; le dio a su reproductor de musica, y busco esa cancion que tanto le gustaba. Esa letra que tanto la describia, sin lugar a dudas. Ella miro, una vez mas por la ventana, mientras miraba el teclado, sin idea alguna de que escribir; mientras se mordia el labio como tantas veces hacia. Le dio un trago a la coca- cola, que se encontraba a su lado.

Bel, que era como asi se llamaba ella. Tenia mil y una mania.

Una de ellas, era la de viciarse a juegos que hacia mil que tenia encerrados en un cajon. Al limpiar su cuarto dejar todo en el mismo lugar donde habia estado antes. Organizar todo lo que viese, problema que mas de una persona habia experimentado. No ponerse dos dias seguidos la misma ropa, excepto que fuese estrictamente necesario. Pintarse la uñas de una manera que siempre hubiese algo lila. Coleccionar todas las entradas de las peliculas que habia ido a ver, o de museos, trenes, papel... cualquier cosa que le recordarse algo especial que habia vivido. Guardarse todas las etiquetas de ropa que se compraba, y dejarlas todas en la misma caja de zapatos. Mirar el telefono cada poco tiempo, para ver si le habia llegado algo, aunque no hubiese sonado. Maquillarse cuando se aburria. Mordese las uñas. Una obsesion compuslvia hacia los zapatos, herencia de su madre; igual que su increible "mala ostia". Escribirse todas las canciones una hoja, que iba a ensayar con su grupo. Abrazar a todo el mundo que lo necesitase. Un amor desmesurado por el teatro y la pintura; y tambien por Tim Burton (incluido peliculas, dibujos y canciones de sus peliculas), y el deseo de un dia poder actuar para el. Tener mil y una libretas, con sus garabatos, dibujos, etc. Esquivar los problemas....

Ella, era indudablemente, la persona mas predecible y simple del mundo. Con cualquier cosa, la hacias feliz.


Off: Hoy, he decidio abriros mi corazon, desde una manera objetiva. Escrita como Mamade, describiendo a mi verdadero yo.

Info:

Señoras y caballeros:

Por motivos de no encontrarme con un internet en mis vacaciones he debido de interrumpir mis escritos, y conformarme con guardalos en borrados de sms. Cuando vuelva seguire publicando, y escribiendo, e intentando sorprenderles, mientras tanto, no puedo hacer otra cosa que dejaros esto y desearos unas felices vacaciones :)

200 cartas de amor. (20)

17:05, del 24 de julio del 2010.

Querido Amor:

Hace un mes que esta historia nuestra empezo. Hay momentos en lo creo que el tiempo ha pasado demasiado rapido, y otros en cambio, en los que pienso que va excesivamente lento. Pero al menos se que no se me olvidara ningun momento de los que pasemos juntos, ya que los recuerdo todos; bueno o malos.

¿Me pregunto si tu haras lo mismo, amor?





Off: nuevo blog. El diario de Madame.

200 cartas de amor (19)

22:29, 23 de julio del 2010.

Querido Amor:

Te voy a extrañar. Voy a echar de menos perderme en tus ojos, y buscar en ellos esas motes verdes que se pierden entre ese mar de color marron. Conseguir robarte una sonrisa, o dos... tres... cuatro... todas las que hagan falta; y con las que me conquistastes. Dejar a mi mano jugar entre tu cabello color azabache; o con el imperdible, siempre perdido, que cuelga de tu oreja a modo de pediente. Reirme de todas las tonterias que puedes llegar a decir a lo largo de una tarde. Ver lo enormemente torpe e infantil que eres al tomarte cualquier cosa. Hablar, horas y horas, y horas. Simplemente, te voy a echar de menos a ti.

Esto sera muy duro, amor. Pero tengo algo claro, y es que aguantare lo que haga falta con tal de estar 10 minutos contigo, y se que tu tambien; hoy me lo has demostrado. Por todo esto y mucho mas, te quiero.




Off: nuevo blog El diario de Madame.

200 cartas de amor. (18)

23:45, del 22 de julio del 2010.

Querido Amor:

¿Donde te encuentras escondido? ¿Acaso huyes de mi? ¿Es que no me quieres ver? ¿Donde has estado estos dos dias, en los que tanto mi mente como mi corazon te buscaban? ¿Por que entre suspiro y suspiro aparece tu nombre? ¿ Por que te tengo que sacar siempre como tema de conversacion? ¿Es que me estoy volviendo loca, majareta... o incluso demasiado atipica para poder volver atras?

Estoy perdida en este mundo y ahora, si ahora, me doy cuenta. Necesito que ahora aparezcas tu, con tu sonrisa, tus palabras que siempre me tranquilizan; tu, simplemente tu. Porque ya se el motivo de que te quiera, es porque siempre eres tu.... siempre.



Off: nuevo blog El diario de Madame.

200 cartas de amor. (17)

23:58, del 20 de julio del 2010.

Querido Amor:

Hoy, todas las palabras me saben a nada, amor. Creo que temen quedarse vulgares, o demasiado simples a tu lado. Quien me iba a decir, que ibas a ser tu quien me dejase sin habla...

Definitivamente tenias razon, la cordura nunca fue mi mejor virtud.


Off: nuevo blog El diario de Madame.

200 cartas de amor. (16)

23:48, del 19 de julio del 2010.

Querido Amor:

Perdoname, por no demostrarte todos los dias lo mucho que te quiero.

Perdoname, por no darme cuenta de lo tonta que he sido.

Perdoname, por no saber cuanto te voy a extrañar.

Perdoname, por todos mis errores, amor.





Off: nuevo blog El diario de Madame.

200 cartas de amor. (15)

22:16, 18 de julio del 2010.

Querido Amor:

No se que mas te puedo decir. Creo que hoy me he sentido destrozada, desquebrajada, y ante todo triste; querias hablar conmigo... y yo me temia lo peor. Y si me dijeras que nunca me quieres, que nunca signifique nada. La preocupacion recorria mi rostro en forma de lagrimas. Mis sonrisas no querian aparecer. Tenia miedo, y mucho.

Pero... hay apareciste tu, como siempre. Tan sereno, tan tranquilo, tan lleno de verdades. Pero yo seguia temiendo. No me besaste, no me cogiste de la mano... porque me hacias sufrir tanto. ¿No lo entiendes? Pense que te perdia, que ya no querias esa parte de mi que te estaba regalando; que por primera vez me atrevia a exponer ante alguien de forma tan libre.

Ahora, se que me equivoco. Que no debia de temer, que me quieres. Lo se, amor, lo se. ME QUIERES. Ya no lo puedo poner en duda, lo puedo gritar a los cuatro vientos, y cuando te vayas lo sabre. No me preocupare mas de lo debido. Ahora, estoy tranquila.

Porque te quiero, tal y como me quieres tu.

Info:

Señores, señoritas, damas, caballeros y otros seres del inframundo:

Me gustaria informales de que a partir de hoy, tengo otro blog. En este seguire las cartas, y seguirá siendo mi blog principal. Pero he decidido que aun he de escribir muchos mas relatos cortos, y por ese he abierto este blog:

El diario de Madame.

Sigo siendo yo, con mi misma forma de escribir, y mi misma adoración hacía los mismos escritores, blogs, y demas.

Gracias :)

200 cartas de amor. (14)

23:11, 17 de julio del 2010.

Querido Amor:

Sere breve, si...

Te quiero.

200 cartas de amor. (13)

23:09, 16 de julio del 2010.

Querido Amor:

Hoy, ha sido un dia largo; duro y muy largo. Al verte, lo primero en lo que mi mente ha pensado era en que cuanto mas te vea ahora, mas dificil se hara perderte luego. Pero tengo que soportarlo, tengo que ser fuerte, respirar hondo y seguir adelante, ya solo quedan ocho dias... ocho miserables dias. Despues, no sabre cuando te vere, cuando podre volver a tenerte entre mis brazos, cuando podre oir en susurros tu voz.

Pero, aprovechemos el tiempo... no vaya a ser que se nos acabe, amor.

No me dejes nunca sin tu besos, sin tus caricias, sin tus tonterias, sin tus palabras sin sentido.... Haz que esto dure por y para siempre.

200 cartas de amor (12)

22:47, del 15 de julio del 2010.

Querido Amor:

No puedo dejar de pensar en ti. Me asfixian las palabras que intentan salir de mi boca, que huyen desesperadas, que corren... solo para que tu las puedas oír; pero saben, que no les quedan casi tiempo. Por ese motivo, van aún más rápido; se tropiezan, y no se a cual dejar pasar primero.

Y ahora... me pregunto si tu tendrás algo que decirme. Si por alguna razón, se te traban las palabras o se te quedan en la punta de la lengua. Si hay algo en especial que quieras oírme decir; y si así fuera, yo estaría encantada de decirte todo lo que quieres oír. Si fuese necesario, te daría la luna, las estrellas, el sol... todo lo imposible. Haría lo que fuera, para verte sonreír... para no sacarte nunca de mi mente.

Porque simplemente, te quiero, amor.

200 cartas de amor. (11)

21:51, del 14 de julio del 2010.

Querido Amor:

Quedan diez dias para que te vayas, y tengo miedo. Si, miedo. De que por algun extraño motivo dejes de pensar en mi. De que cuando vuelvas, ya no me mires con los mismos ojos... Simplemente, de que me olvides.

Nunca crei en echar en falta a alguien, en malgastar palabras como te quiero o amor. Siempre pense que eran juegos que creaban los poetas, para tener encantados con la frustrante idea del amar. Y ahora, llegas tu y haces que cambie, que simplemente crea tus palabras y no confie en lo que siempre he creido.

Solo creo y pienso en ti, amor.

200 cartas de amor. (10)

En algun momento entre el 12 y el 13 de julio del 2010.

Querido Amor:

Si tuviese que elegir entre verte con otra o morir.

Elegiria la segunda, sin dudar.

Seria mas facil, morir rapido, sabiendo lo que me espera. Porque si te viese con otra, moriria lentamente... primero mi alma me abandonaria, mis palabras me ahogarian, mis ojos me engañarian, mi mente me oprimiria, mis pulmones me axfisiarian y mi corazon... se desquebrajaria, de tal modo que jamas se podria recuperar, amor.

200 cartas de amor. (9)

14:26, 11 de julio del 2010.

Querido Amor:

Me he dado cuenta de que cuando estoy contigo, me convierto en una persona diferente. En una persona que es fiel, siempre esta feliz, es dulce y cariñosa. Nunca habia conocido esa parte de mi, y tu, tu las has hecho salir a flote. Una persona que regala sonrisas, que siempre quiere mostrar algo mas de ella, y salir adelante. No se como lo has hecho, pero gracias.

Gracias por cada minuto que pasas junto a mi, por cada llamada, por cada conversacion, por cada mirada, cada sonrisa, cada beso, cada abrazo, cada caricia.... Gracias por cada una de las pequeñas cosas que me han hecho enamorarme de ti. Y espero, algun dia, poder darte la mitad del cariño que recibo.

Tu mismo lo dijiste, tiempo al tiempo. Pero no quiero desperdiciar ni un solo segundo que pase a tu lado. Porque te quiero, amor.

200 cartas de amor. (8)

00:00, 9 o 10 de julio del 2010.

Querido Amor:

Hoy, no me siento bien. Mi cabeza da vueltas, parece que vaya a estallar. Me hiere continuamente con un martilleo incesante, todos anda preocupados. Recuerdo aquel dia, en el que me encontre igual en la calle, e hiciste lo imposible para que me encontrase mejor; hasta que despues hartos de no tener respuesta, me llevaste a casa, me besaste y me cogistes un mechon de pelo que despues colocaste tras mi oreja. Dedicandome dulces palabras, y diciendo que despues me encontraria mejor. Pero hoy... no te tengo a mi lado, para que hagas lo mismo.

En esos momentos, es cuando me doy cuenta de lo mucho que te necesito. De cuanto tu presencia me tranquiliza, o me hace pensar en cosas sin sentido, de las cuales no me he de preocupar.

Tu, tu eres mi unica y absurda droga, amor.

200 cartas de amor. (7)

23:59, 8 de julio del 2010.

Querido Amor:

Volvi a soñar contigo. Y me di cuenta de que como en el libro de Federrico Moccia, que tengo ganas de ti.

Tengo ganas de verte, de simplemente respirar el mismo aire que tu. Tengo ganas de perderme en tu besos, de robarte los suspiros, y saber que soy la unica propietaria de tus sentimientos. Tengo ganas de despertarme cada dia a tu lado, y darme cuenta de que nunca me abandonaras, de sentirme desnudas bajo tu mirada, y yo hacer lo mismo con la mia. Tengo ganas de pasar cada minuto contigo, rozar tus labios, querrerte, y demostrarte que eres lo mas importante en mi vida, y que siempre lo seras, de susurrarte al oido cada una de las letras de un te quiero. Tengo ganas de vivir solo por y para ti, de ser tuya, y de que cada dia no haya mas razon para despertarme que ser la de verte a mi lado, y que no haya mas razon para acostarme que saber que pasaras una noche mas junto a mi. Tengo ganas de amarte como si fuera el ultimo de dia, de no verte llorar nunca, y de vivir solo por tus sonrisas, de saber que en cada momento pase lo que pase tu estaras ahi, y yo estare ahi para ti. Tengo ganas de ser la unica razon de tu existencia, de que mi vida depende de la tuya, de morirme en tus besos infinitos, y que tu seas mio, solo mio, en todos los sentidos. Tengo ganas de verte, de amarte, querete, abarazarte, soñarte, tenerte, suspirar en cada recobeco de tu corazon, de pensar solamente en ti, de ser tuya, y tu mio, de vivir por ti, llamarte todos los dias, oir tu dulce voz... TENGO GANAS DE TI, AMOR.

200 cartas de amor. (6)

22:22, del 7 de julio del 2010.

Querido Amor:

Hoy, me siento asustada. Al verte junto a ella, junto esa persona a la que tu antes habias amado; me he preguntado que sientes hacia ella, o si algun dia me querras como a ella lo hicistes. Pero supongo, que jamas lo sabre. A lo mejor, antes de que llegues a leer estas cartas, tu habras decidido que no soy lo suficiente para ti. Y me preocupa el motivo de que ese dia pueda llegar.

¿Que quieres que te diga? ¿Que te odiare si lo haces? ¿Que jamas alguien te querra como yo lo hago? ¿Que nadie me ha hecho tan feliz como tu? ¿Que, por que me has hecho esto? Jamas te podre recriminar nada en cara... por toda la felicidad que me haces sentir, no podre.

Asi que recuerdate siempre, que pase lo que pase siempre te querre. Suena demasiado cursi; pero hoy necesitaba tus caricias y palabras dulces, y no me atrevi a pedirtelas. A veces, me preocupa demasiado lo que pienses de mi, pero despues de todo es normal... eso es lo que pasa cuando te empieazas a enamorar, amor.

Del diario perdido de Madame.

Un dia de esos de los que no quiero recordar.

En estos momentos, en cuando pienso que deberia de fumar. Solo para saber si se siente cierto alivio al expulsar ese grisaceo humo de los labios de uno. Pero, mi repugnancia a su olor me hace imposible probarlo.

Hoy no me apetece escribir ninguna historia en particular, y hoy no tengo cartas de amor. Ahora estoy barajando mis posibilidades. Me siento mas unida a un hombre al que no conozco, al que sus besos soy ajena, y su voz no es conocida para mis oidos. Me siento mas proxima a el, que a mi propio amor, y me asusta.

Today I need help.

P.D: Hoy tenia una carta preparada, mas tarde la publicare. Hoy necesitaba publicar esto, para sentirme despejada. Despues de todo, yo tambien tengo mis dudas. Gracias a la señorita Irene, muchas gracias por todo su apoyo incondicional. Espero verla BAJOPARIS

200 cartas de amor. (5)

21:53, 6 de julio del 2010.

Querido Amor:

Que larga se me hace la espera. Ya no se que hacer para que el tiempo empiece a correr, y se detenga cuando estemos juntos. Se, que es lo que todos dicen; pero yo, yo te lo digo con el corazon. Lo he intentando de todas las maneras, escribiendo, leyendo, pensando, sin pensar... pero, la paciencia no es mi punto fuerte, y tu eres mi punto debil.

No se porque, hoy llore. Tienes razon, ultimamente estoy rara; demasiado para mi gusto, pero... estoy preocupada. Cuando no estoy contigo, siempre pienso que no te merezco, que no soy lo suficientemente buena para ti, que a lo mejor se te ocurre dejarme por otra... En estos momentos, en cuando pienso en por que estas conmigo; y creeme, no lo se. Supongo que tengo DIAS y dias...

Pero olvidemonos de las preocupaciones, por favor. Vivamos el uno para el otro, amor.



P.D: Gracias a la señorita francesa, por esa entrada tan maravillosa. Nunca entendere, como puede opinar asi de algo tan simple como lo que escribo deprisa y corriendo.

200 cartas de amor. (4)

22:21 del 5 de julio del 2010.

Querido Amor:

Hoy, si hoy; hace 31 dias que me besastes por primera vez, y aun asi, tus besos siempre me saben como el primero. Tus palabras siempre son como melodia. Y tus sonrisas son tiernas, sencillas, preciosas y, sobre todo, unicas. ¿Por que no me las quito de la cabeza? Sera, porque las adoro a mas no poder.

Te he podido ver. Al llegar pensaba que te habrias olvidado, que jamas llegaria; pero ahi has llegado tu. Y me has demostrado que me equivoco, que puedo confiar en ti, que no he de hacer caso a la gente que habla sin saber. Que, simplemente, eres todo lo que quiero.

Luego nuestras primeras fotos juntas. Las tonterias, las de que mal salgo, el intento fallido, el palomo al que le querias hacer una foto... Eres como un niño pequeño, y me encanta. Y luego con tus amigos, siempre riendo.

Pero no me importa nada, en este momento, solo me importas tu, amor.

200 cartas de amor. (3)

22:43, del mismo dia.

Querido Amor:

Hoy, por primera vez, me has dicho te quiero.

Hoy, me has vuelto a hacer feliz, amor.

200 cartas de amor. (2)

21:19 del 4 de julio del 2010.

Querido Amor:

Estos dos dias sin verte, se me estan haciendo eternos. Si, yo misma me asusto. ¿Por que me parecen tan largos? ¿Que tienen que no hayan tenido los demas? Y entonces, me doy cuenta: tu. No es que extrañe algo que he tenido siempre, si no algo, que he descubierto hace poco.

No he parado de preguntarme si has mirado el telefono en busca de mis llamadas, si me has echado de menos, en que has hecho, en si has pensando en mi... porque yo, lo he hecho. He estado pensando en ti; que ridiculo suena cuando lo admito. Pero tengo que soportar todas las consecuencias, despues de todo.

A las 6:12 me he encontrado sin dormir, pensando en ti. Simplemente, he abierto los ojos, he mirado el reloj y tu sonrisa me ha venido a la mente. Y en ese momento, he sabido que algo me ocurria. Y me he sentido tonta, amor.

Si, verdaderamente tonta, porque no me importa. Porque me haces ser feliz.

200 cartas de amor. (1)

Madrugada del 3 de julio del 2010.

Querido Amor:

No consigo que el sueño venga a mí, que mis ojos se cierren inconscientemente, para dar paso a ese placentero trance. Hoy, por primera vez, mi mente te recuerda en cada instante en el que mis ojos intentan descansar. Tú, tú… eres el causante. Por un lado, me alegro, pero por otro… me asusta. ¿No es demasiado pronto?

Luego me doy cuenta, de que se debe a como me tratas, con tanto mimo y cuidado. Aún sonrío al recordar lo pasado a lo que podríamos considerar ayer. Esa caminata demasiado larga, que nos ha dejado a los dos encima de un árbol, en silencio; pero no me molestaba, no hacía falta palabras en ese instante. Cuando me he dado cuenta, de lo torpe que soy. Cuando he dicho en menos de cinco minutos, la misma respuesta de diversos modos. Cuando se te han caído los cubitos de hielo… Ha sido perfecto, nuestro primer día solos.

Pero como tú dijiste, todo era mejor antes de esa llamada. Olvidemos ese momento.

Hoy y ahora… tengo ganas de verte, de estar a tu lado, de besarte, de abrazarte. De simplemente, poder oír tu voz. Me da igual cómo, las palabras que pronuncies, o de lo que hablemos, porque tú me haces ser mejor persona, amor.


P.D: Esto es un proyecto que tenía en mente desde hace mucho; pero nunca supe que se sentía en estos momentos. Así que le quiero dar las gracias, a esa persona que me ha hecho darme cuenta de que se siente cuando confías en alguien ciegamente, y que ha hecho que vuelva a creer en la palabra "amor". Ojala esto nunca termine.

Cuatro del seis (segunda parte)

Despues de lo dicho, se sento en el columpio que se encontraba mas cerca, y se quedo un rato mientras miraba a su alredor, sin fijar la vista en un punto determinado. Entonces vio como el se acerco y la miro con esa sonrisa suya, que sabia que podia retirir hasta el mas frio iceberg. Ella aparto la mirada, y se centro en sus pensamientos, mientras veia como el achacado, se tumbaba en un columpio. ¿Como podia gustarla a Dan, si hace apenas unas horas le habian dicho que le caia mal? Ella se acerco, y se sento en el lateral del columpio, haciendo malabares para no caerse.

-¿Con que te caigo mal?-

-En serio, no se como te han podido decir eso.-

-Sera, porque es cierto- dijo ella risueña.

-Claro me caes tan mal, es que no te puedo ni ver- dijo el riendose.

Ella le saco la lengua, y el le miro los labios, y despues a los ojos. Ella no se fijo en lo que habia hecho, entonces el, recorrio su brazo, con sus suaves dedos.

-Si la vuelves a sacar te la muerdo.-

-No tienes lo que hay que tener- dijo ella muy segura.

Entonces el se acerco, la cogio de la nuca, y la beso. Hay sentandos, perdidos en un tobogan en una gran ciudad, una historia comenzaba. Dan se perdio entre los carnosos labios de ella, y ella hizo lo mismo.

-Te huele bien el pelo- dijo el.

-Es parte de mi encanto, para atraer a los hombre- replico divertida.- ¿Con que te caia mal?-

-Fatal- dijo riendo.

Cuatro del seis.

Aquel día, todo iba demasiado deprisa. Ella no se reconocía, estaba más feliz que nunca, como si por fin hubiese encontrado en eso sin lo que podía vivir. Miro a sus acompañantes. Era lo mejor que podía desear. Y su mirada se paro en el, en esa persona que le despertó una inmensa sensación de tranquilidad, como siempre hacia. Los dos sonrieron, y se siguieron picando. Entonces Bea, le llamo; y la aparto a un lado.

- ¿A ti te gusta Dan?-

- ¿Tanto se nota?- dijo ella preocupada.

- No, no es eso. Es que antes de que vinieras el estaba todo el rato hablándome de lo mucho que le gustabas, y de que eras súper especial, inteligente, guapa, simpática, amable.-

- Creo que te equivocas de persona.-

- No, lo acabo de comprobar. Y el se muere por besarte, ¿no te has dado cuenta?-

Ella se quedo extrañada, ¿podía ser eso verdad?





Continuará.

Desgraciado, pero libre.

Y él la miro, por última vez hizó aquella simple acción, que había significado tanto hace tan poco. Ya no podría estar en sus brazos y sentir la tranquilidad, como siempre lo había hecho, cada vez que estaba a su lado. Las cosas dejarían de ser tan bonitas y felices, pero a la vez ya no serían dificiles como lo habían sido; todo estaba cambiando, en apenas minutos.

Cada palabra que ella decía, le hacía más daño aún. Le convertían en ceniza, y sabía que nadie más podría hacerle sentir de aquella manera; tanto para bien como para mal.

Así que hablo, pronuncio aquellas palabras que le habían atormentando tanto tiempo, y por fin se sintió libre, desgraciado, pero libre.

-Te amo.-

Una realidad.

-Una semana y cinco dias.-

-Sabes, me duele porque yo tambien pienso en el tiempo que podriamos haber estado juntos.-

-¿Por que me dijiste que no?-

-Porque soy imbecil.-

Ella se quedo pensando, mirando sus manos entrelazadas. El destino le estaba mandando señales, y ella sabia que debia seguirlas, dejar de jugar en contra del destino. Pero no podia evitarlo; ¿como podia abandonar a la persona a la que queria, y de la cual, se estaba empezando a enamorar?

Por que.

Quiero ser normal. Dejar de vivir tristes y amargos amores, como los que siempre aparecen en las peliculas de Hollywood. Intentar ser yo, sin que nadie me lo recrimine. Olvidarme de ese 4 de junio, que fue el mejor de mi vida. No tener que sentirme nunca mas culpable por lo que pase. Vivir con normalidad, como todas las personas en este mundo; con problemas que solo me involucren a mi. Hacer una cosa, y que nadie salga mal parado. No sentirme culpable por nadie mas que por mi misma. No ser tan jodidamente jodida buena persona.

Pero, ¿por que veo eso tan imposible?

Por que creer en el destino. Por que esperar a todas esas señales, que aunque minusculas, siempre estan ahi y aparecen en el peor de los momentos. Por que, por que, por que, por que... por que soy yo. Por que soy asi.

No tengo respuestas y lo se.

¡Oh, señor!

Y quiero que esto se pase, este dolor que apuñala mi pecho, y le deja sin respiración. Que quebranta mi corazón, y le deja inmune ante sus miradas. Si señor, el culpable es usted. Y aún me pregunta por qué. Pronuncie aquellas pablaras betadas. Aquellas que para mi eran el mayor tabú. Me hizo daño, ¿y aún pregunta el por qué? No me haga reír, señor; porque ya tengo suficiente con las lágrimas que amenazan con caer, sea cual sea la canción de fondo. Lo intente, no se si lo logré, pero lo que tengo claro es que ni el mayor castigo, ni la mayor tortura se podrá comparar con este inminente pulso acelerado. ¡Oh, señor! Deje de jugar con mi frágil corazón.

P.D: pequeña escapada, a mi mundo ideal. Sigo agobiada, si damas y caballeros. Pero lo necesitaba.

No deberia estar escribiendo.

Ella miraba aquel libro, que por alguna manera no le llamaba la atencion. Notaba como poco a poco su pasion se apagaba. Aquella llama que le hacia vivir, por la que luchaba: se empezaba a extinigur. Ella ya no sabia que hacer. Se sintio indefensa, sola, menuda y, ante todo, nueva. No le parecia l amisma persona que hacia un par de segundos. Su mirada era mucho mas madura, sus palabras muchos mas sabias. Pero lo que mas la asustaba, era aquel sentimiento que le empezaba a crecer sin mesura. ¿Amor? ¿Odio? ¿Amistad? No sabia exactamente el que, pero lo que tenia claro, es que algo que era suyo, ya no lo iba a ser, nunca mas.


P.D: si señores y señoras, he vuelto, pero solo por hoy. Aunque eberia de estar estudiando, necesitaba estos cinco minutos para relajarme :D Gracias a todos/as aquellos/as que siguen deslumbrandome con sus textos; y tambien, a los que me dan animos y leen estas tonterias que escribo.

A todo a que al que le interese:

Dejare el blog temporalmente, por tema de examenes y tal, asi que a todas las personas que les interesa y me siguen; decirles que dentro de poco volvere a escribir mas y con mas ansias.

Suerte a todos/as, y animo. :)

Mi querida Lisambiotu.

Que bella te encuentras siempre. Con tus calles llenas de una epoca pasada. Tus jardines siempre se muestran como cada uno los quiere ver. Duendes andando de alli para alla, mientras miran a los forasteros, como si supiesen, que ellos no conocen todos los secretos que escondes para mi, pequeña Lisambiotu. Tu siempre vienes en mi busca, me permites entrar, como un viejo amigo. Aun veo mi lugar preferido escondido en tu hombro, como si tu aun fueras una persona. Pero siempre encuentro ahi, en esa ciudad conocida, mi sitio. Mi arbol, mi jardin, mi casa. Si, tu siempre tienes un hermoso hueco para mi. En el que las rosas siempre son azules. El tejado siempre es lila, y las paredes de piedra. En el que nunca paso calor, aunque siempre halla sol. La lluvia que aunque a veces cae, siempre se muestra dulce con la flora. ¿Como le puede hacer daño, a mi hogar?
Aun mientras ando, encuentra la ultima gota de rocio. Por la noche, la primera estrella, que con timidez se rinde y brilla. Y la luna, no siempre esta ahi, pero se que lo esta. Que curiosa que eres Lisambiotu.
Las hadas se rinden ante tu encanto. El mar siempre deja espuma en tu orilla. Las nubes siempre se muestran timidas ante ti. Y las personas siempre quieren un poco mas de ti. Quieren esa magia, que siempre me dejas a mi. Porque se que yo soy tu rey. Despues de todo yo te descubri, aunque si te digo la verdad, tu siempre seras mi amor. Aquella que me cautivo, y me dejo ver por ultima vez todo aquello que mas quiero.
Pero dime... por que no le encuentro. A esa persona que se supone que debo amar. Por que no se encuentra aqui. ¿Acaso hay mas lugares a parte de ti, mi querida Lisambiotu? Porque si es cierto, no te quiero dejar atras. Tu le tienes que dejar entrar, sabiendo que no un extranjero, si no, que despues de todo, tambien es tu viejo amigo.
No puedo abandonarte, el tiene que encontrarme, en los lindes de mi primer amor.

Me gustaría perderme bajo esas lluvias que siempre llegan en el momento adecuado, en todas esas películas de Hollywood. Me apetece llorar, y que no se acaben nunca las lágrimas, que duren tanto, como penas tenga en el cuerpo. Pasarme los días leyendo, sin preocupación, como si no hubiese otra cosa en el mundo; perderme en esas historias, que siempre tienen finales entrevesados. Esos buenos libros, que siempre adoro. Ser como me imagino. Dejar por una vez mi aspecto en paz. No estar preocupandome de tener que tintar el pelo cada dos por tres. Poder estudiar cuando me lo propongo, o simplemente, no estudiar. Dejar de esconderme bajo las palabras él y ella. Ser yo misma. Gritar cuando me de la gana. Sonreír a quien quiera. Ayudar a todas esas personas que lo necesitan. No sentirme herida nunca más...

Si, eso es lo que quiero. Dejar de sentir dolor. Que se acabe. Que se quede pérdido en algún recoveco. Y no aparezca más en mi mente. Perderme en mi mundo. Perderme en Lisambiotu. En donde la que la gente es feliz. En la que música domina todo. Y la razón, o la razón, no existe. No engañarme. Que me acepten tal y como soy. Que mis dibujos cobren vida, cada vez que los dibujos. Ser como quiero ser. Que la magía exista. Que la nieve caiga cuando no tiene que caer. Poder perderme en los brazos de ese enmascarado que llego a mi vida, de ese modo tan curioso.

Pero... yo ya soy así, ¿verdad?

En dejar todo atras.

El miraba desde lo alto de aquella desconocida terraza. Dejando que su vista abarcara todas la estrellas y mas. Liberando a su mente, de aquellas cadenas que le oprimian y no le permitian volar, que no le dejaban pensar en todo aquello, que el tanto amaba. Pero las manos, que siempre le oprimian, ahora eran muy fuertes. Ya no era el, sus palabra ya no eran las suyas. Ya nada le pertenecia, ni siquiera lo mas preciado en su vida. Aquello por lo que el habia dado dia y noche, aliento y suspiro, lagrimas y risas; en definitiva... TODO.

Dejo que sus ojos, vieran todo lo que se alzaba ante sus pies. Dislumbraba sombras, que tal vez jamas conoceria a quien pertenecia. Pero aun asi, el no queria pensar en nada de eso.

Mientras sus pies se movian, al compas de una cajita de musica, dejandolos con aquella triste y solitaria cancion, que hechizaba y dejaba a la gente completamente dormida. El lo unico en lo que podia pensar, era en saltar. En dejar todo atras. Pero entonces recordo aquella cancion. Por primera vez recordo su nombre, y dejo que ella le guiara.... Ken zazpi.

Se levanto, y antes de dar un paso adelante, la vio a ella. La recordo como siempre lo habia hecho. Como un pequeño fotograma de pelicula en blanco y negro, en la que ella era la protagonista. La unica cara que se veia enfocada. La unica sonrisa que podia iluminar su vida. Ella lo era todo, pero ahora ella ya no era nada.

Ella solo era un sueño.

Sinceramente.

Si, he vuelto. He dado varios pasos atrás, y sin darme cuento estoy otra vez en mis orígenes. Dándome otra vez con la pared del pesimismo en mi cara. Y cayendo de bruces, cada vez que intento subir un pequeño escalón. No lo puedo arreglar, ¿qué quieres que haga?

¿Qué no te mire, en los pocos momentos en que nos vemos? Lo siento, pero me estás dejando ciega.

¿Qué no te hable, y no te cuente mis estúpideces? Perdona, pero entonces seré muda.

¿Qué no te escuche, las pocas veces que me hablas? No podría vivir.

Sinceramente, ya no se que hacer. Mi corazón se desquebraja y se rompe poco a poco, dejándome sola. Mi cabeza se inunda de ideas; la peor de todas, tus besos contra mis labios; tus brazos abrazándome. Tus ojos mirándome con esa sonrisa tan sumamente pícara, que siempre llevas dibujada. Mi pelo haciendo esas inquietantes cosquillas en tu rostro, que producen esa risa tan franca. Tus bromas por llevar esas grandes gafas de pasta, pero tu risa al final, por empezar ha hacer la tonta. Tus celos sobre un pequeño muñeco de yoda. Tus ideas alocadas, sobre todos esos momentos que te gustaría que pasasemos en mi cama. Esos toques incesantes a las tantas de la madrugada, mientras tenemos la web-cam puesta y nos enfermamos unos a otros. Tus dibujos en los que siempre me plasmas enfadada, mientras tu te riés de mi. El modo en el que dices que soy una niña, con esa amplia y feliz sonrisa.

¿Estás seguro de que lo olvide todo? Porque podría estar así el resto de mi vida. Recordando cada momento que pasamos juntos... pero, tal vez, ya has decidido.

Habrás elegido no verme, no venir aquí. No querer abrazarme como tantas veces he pensando que lo harías. No decir esas dos palabras, con ocho letras que me muero por ver salir de tus labios. Pero después de todo, ya me lo esperaba y me lo imaginaba. Por duro o increíble que parezca, no tenía ilusión. Sabía perfectamente, que te negarías a bajar, a estar a mi lado, o simplemente, ella lo haría.

Esa chica que te hizo sentir más hombre que niño. Que consigue en ti, todo lo contrario a lo que yo he conseguido, o si alguna vez sucede, conseguiré.

Pero, ¿quién soy yo para decir lo que te piensas?

Nadie.

Demasiado complicada.

-Vale, lo admito. De una vez por todas, te daré la razón. Si así es como soy yo. Soy caprichosa, pero es normal, ¿qué persona en el mundo no lo és? ¿Qué persona no quiere tener todo aquello que en verdad ama?

-Es que no lo entiendes, tu lo quieres todo.

-No. El que no lo entiende eres tú. Nunca me has mirado a los ojos, nunca te has fijado en mí como lo hacías en ella. Jamás me dedicastes ninguna canción, o me dijiste lo guapa que estaba. Nunca comprendiste, que para mí eras algo más que un simple amigo.

-Pero, es que no lo entiendo.

-Es que nunca lo entenderás. Si, te doy la razón. Pero no puedo estar atada a alguien, no puedo. Por mucho que quiera, siempre tendré la sensación de que tengo que huir, volar, y no volver jamás. Soy independiente, soy libre, soy de muchas maneras. Pero ninguna de ellas, es tal y como tu piensas que soy.

-Te sigo sin entender.

-Será porque no te entiendes a ti mismo.

-Eres demasiado complicada...

-Y tu demasiado simple.

Una etiqueta involuntaria.

Odio. Si, es lo que ahora mismo siento. Llena mis entrañas, y escapa cada vez que abro la boca. Ataca, es imposible de pararlo. Daña, convertido en palabras; palabras, dichas sin el menor sentido comun. Destrozando, no solo a mi, si no, a todo lo que me rodea. Y lo puedes calmar, si, tu eres el unico que puede hacer eso, en estos momentos.

Diciendo una, tan sola una, de tus torpes palabras, que aunque me molesten, me hacen pensar, si alguna vez me amaras tanto como yo te amo a ti. Mi cabeza, niega. Eso no podria ser posible, porque por algun motivo, siempre he estado ahi para todo; siempre he sido ese hombro en el que llorar, cuando todo iba mal. Esa mano amiga, que te ha levantando despues de mil y una caida. Esa sonrisa que veias, al decir alguna buena noticia. La primera que hacia la tonta si te aburrias. He sido demasiadas cosas, pero sobre todo, hay algo de lo que nunca podre escapar. Un nombre al que estoy atada, de pies y manos. Una etiqueta involuntaria. Ser tu amiga.

Y es por eso por lo que me odio a mi misma. Por lo que chillo, grito, rompo cosas, y no me concentro. Porque por mas que me malgaste mi tiempo intentandolo, siempre obtendre la misma respuesta. Verte agarrando la mano de otra chica, que por mas que duela, no soy yo.

Que el tiempo pasaba.

Tic-tac, tic-tac.

Lagrimas que resbalaban por sus mejillas. Suspiros que escapaban de su boca. Miradas que no debia de haber correspondido. Manos que nunca debieron ser enlazadas. Beso que nunca debio de responder. Abrazos que jamas debieron ser dados. Sonrisas que no tendria que haber dibujado. Historia que no debio empezar. Habia comenzado todo mal.

¿Por que se encontraba pequeña y desdunada, en aquella habitacion ajena a su memoria? Ese lugar que olia a amor desperdiciado, a noche de lujuria; a todas esas cosas que ella misma odiaba. Aun notaba las botellas rotas bajo sus pies; cristales, que la herian. Pero le daba igual.

No le importaba el echo de que sus pies sangraran. De los arañazos que tenia por los brazos. No recordaba nada. Aunque todo le hacia recordar algo. ¿Con quien habia estado aquella noche? ¿Acaso le habia amado? Pero sabia que no era amada, que solo habia estado, por no encontrarse sola. Y se odiaba. Se repuganaba. Queria huir. Llorar. Volver y no mirar nunca atras.

Pero eso era imposible. Porque habia olvidado a ser inocente como una niña pequeña. Habia dejado atras toda su infancia. Ella queria ser niña. No queria crecer, no queria madurar. Queria quedarse asi para siempre. Y lo sabia, sabia que era imposible, que el tiempo pasaba. Que todo lo que hacia, tenia consecuencias. Que jamas saldria inmune. Que no podia volver atras.

Era demasiado leal. Era demasiado esclava de sus palabras, de sus actos... Era demasiado ella, como para huir. Pero aun asi, se miraba las manos, que tenia llenas de cadenas. Cadenas invisibles, que por mas que quisiera no desaparecerian. Esas extrañas cosas, que le quemaban la piel, y le hacian ser tal y como era. Ella era...

Mi primer premio [?]

1. Agradece a quien te otorgo el premio:
Muchas gracias a QuieroContigoSentir. Nunca me imaine, que una de mis modelos a seguir, me iba a dar este pequeño reconocimiento... es raro.

2. Por cada sentido responde con una palabra lo que viene a tu mente:

* Vista: Cielo.
* Oido: Fireflies.
* Olfato: Vainilla.
* Gusto: Yogur de coco.
* Tacto: Peluche.

3. Ahora menciona algo que despierte tus cinco sentidos:

* Vista: El alba.
* Oido: Las canciones de las mañanas.
* Olfato: Un ligero perfume
* Gusto: Helado de straciatella.
* Tacto: El suelo frío, después de cálida noche.

4. Otorga el premio a 5 blogs:

*Historias bajo la luna francesa.
*Esperando dos pecas y un tiramisu.
*Sinister Sundown
*En la imaginación se vive mejor.
*Desea, sueña, es la realidad.

¡Que maravilloso lugar!

Un sitio para pensar, para huir, para llorar, para reír, para vivir; donde todo pueda ocurrir. Un lugar, en el que hay despedidas, encuentros, ganas de volver a casa, de seguir allí durante horas sin rumbo fijo. Que te lleve por lugares desconocidos, y que al volver al punto de inicio, olvidarlo todo. Ver las nubes, y pensar en su forma. Paisajes, y ni siquiera fijarte en ellos. Enamorarte, y desilusionarte. En el que, si llega tarde, te toca correr, o esperar al próximo. Un extraño lugar.

Un sitio en el que puedes mentir una y otra vez, sin que nadie te diga nada. Decir que vas a un sitio, e ir a otro. Llamar por teléfono, y parecer que todo se arregla. Pensar si seguir en el, y cuando creíste que todo iba a ir a peor, cambiar. Desmoralizarte. Pensar en aquel chico, con el que tanto habías hablado, pero nunca habían quedado. Tener ganas de llorar, por un corazón roto. Sentir. Un mirada de reojo; una ilusión creciendo. Buscarlo por todos los sitios sin encontrarlo. Una sonrisa de una boca desconocida. Huir. Para que nadie te vea, para que todos te ignoren... ¡Que maravilloso lugar!

Julia, tenia un nombre para eso, era su pequeño mundo. Se llamaba: autobús.


Off: La foto, en honor a mi tierra. A mi mundo. A mi hogar... a Elche.

Solo era un sueño.

Ella, en ese momento. No sabía que hacer. Todas las palabras, que habían llenado su mente, momento antes; habían desaparecido. Ya no quedaba nada ellas. Lo único que la acompañaba en ese instante, era el frío tacto del mar. EL viento la arropaba, y la animaba a volar; pero no podía.
Por un momento, se imagino en sus brazos. Arropada por él. Embriagada de su aroma. Hipnotizada por sus ojos. Adicta a sus besos. Sientiéndose feliz.
Pero solo era un sueño, un fragmento de su imaginación vagando por el mundo. Soñaba con el futuro, recordaba constantemente el pasado, pero nunca vivía el presente. Era la trágica historia de su vida; su verdad.
Cansada, Eva comenzó a andar por aquella desierta playa. Todo le era diferente a vuelta, de como lo había visto a la ida. Debían de ser las lágrimas.

No está aquí.

La lluvia caía, poco a poco, dejando olvidado cualquier rastro que si quisiera seguir. Los olores se mezclaban con el agua. Los sonidos, se quedaban ahogados, por las gotas. Todo parecía nuevo y limpio, pero no lo era.

En algún lado de la aquella ciudad sin nombre. Xavier se encontraba debajo de un portal, resguardándose de la lluvia.Él no miraba a nadie de los que pasaban, pero ellos si que le miraban a él. Se sentía, vulnerable. Por algún motivo estaba ahí. En el portal de Eva. Él, no estaba fumando. No podía en ese momento.

Aunque ella le hubiese dicho, que no fuera. Por una extraña razón, necesitaba verla. Le había enviado dos sms, diciéndole que estaba alli. Pero no había obtenido respuesta alguna.

De repente, vio a su hermana. Era igual que Eva, pero un poco más delgada, y rubia. Le miró intentando disimular una sonrisa, pero no tuvo efecto. Ella abrió la puerta.

-No está aquí- dijo ella apenada.-


Off: siento no haber comentado en todos aquellos blogs, que tan viciada me tienen. Y no haber podido escribir antes; pero las notas no ayudan. Gracias a todos por vuestras visitas, y por seguirme :)

Adiós, mi casi amor

Sábado por la noche.

Recuerdos, si. Era todo lo que bombardeaba sin cesar, a aquella mente vacía. Besos, amistades, palabras, sensaciones, lugares, personas.... Demasiado, en poco tiempo. Las lágrimas, no cesaban de brotar. El dolor, no paraba de aumentar. Y la soledad, se apoderaba de ella.

Eva, no podía gritar. Se mordía la lengua, una y otra vez. Intentando, que nadie se diera cuenta. Había olvidado demasiado. "Lose yourself". Eso mismo le había pasado. Se había perdido a ella misma. Las letras la atormentaban, una de tras otras; junto con los recuerdos. Recuerdos, que no hacían mas, que persegurila. Las palabras eran dolorosas, pero las imagenes lo eran aun mas.

Adam... no recordaba ese sentimiento que su memoria, sí. El tiempo la había obligado a olvidar. La había hecho, ser ella; pero no al completo. No sabia como podía haber pasado tantas cosas junto a el; y el, a cambio le había hecho eso. Se había ido a los brazos de otra. De la primera que pasaba. Y encima ella, no había hecho nada para evitarlo. Si no, que les ayudo. A Adam y... Julia.

Aquella amiga, que la había herido tanto. Pero a la vez, a la que había amado; porque Julia, habia sido, y era, su primer amor. Por ese motivo, había sido tan imbécil. Por aquella razón, no podía hacerle daño. No, a ella no. " Goodbye, my almost lover". Estúpidas canciones llenas de verdades. " Adiós, mi casi amor". La herida se abría mas. La hacían sufrir, incluso mas que los actos que había cometido. Y todo, por decirle la verdad;por ponerle los pies sobre la tierra.

Cogió el teléfono, y le dio a llamar. Después de varios intentos, contesto.

-¿Eva?-

Dijo la voz, desde el otro lado del teléfono, preocupada. Ella miro al reloj, eran las dos de la madrugada; normal que estuviera asustado. Pero aun asi, la reconfortaba oir su nombre, con aquella voz, tan dulce.

- He recuperado la memoria... Xavier.-

Lo siento.

Eva no paro en ningun momento de andar con paso veloz. No quería creer lo que había creido ver. No habia sido Julia, a la chica que había visto junto a ese chico, si no, a ella. Y no comprendía el por qué.

Sabía que había visto a aquel chico antes. En el hospital, cerca de su casa, en algunas fotos... pero no sabía nada de él.

Había oído un golpe, proveniente de la cafetería, y eso la asustó. Pensó en Xavi. Ese chico, que la había escuchado, sin conocerla, que no la había juzgado; y sobretodo, que la había desvelado todo sobre él. Pero, aún así, sabía que era su primer encuentro con el chico del cigarrillo entre los dedos.

Oyo como Julia se acercaba a ella, y paro. No supo por qué, pero lo hizo. Ella la miro con pena, y la abrazo. Eva, se quedo extrañada; ¿qué había pasado que ella aun no conocía?

- Lo siento- susurró su amiga.

Ella se quedo sorprendida, ¿por qué decía eso ahora? Por eso, se separó de ella. Sentía como si algo fuera mal, pero el qué. Acaso algo se escapaba a la visión de su mente e imiganción. Ella miró hacía el cielo, que mostraba la pronta venida del ocaso. Y comenzó a contar sus paso, por aquella plaza. Entonces oyo su nombre y se giró, era Adam... O eso le hizo creer su mente, por un momento. Era Xavier. Él se acerco a ella, y la abrazo, mientra seguían andando, juntos. En silencio.

¿Pero quién era Adam? ¿Y por qué los había confudndio?

Mal presentimiento.

Julia, se sentia jodidamente mal, por todo lo que estaba pasando en la vida de Adam, de alguna manera, creía que era la responsable de todos aquellos problemas; y estaba a punto de estallar. Pero, ¿por qué motivo? ¿Acaso, seguía sintiendo ese estúpido sentimiento hacía él? ¿Hacía el chico, que estaba enamorado de su mejor amiga?

Su mejor amiga... aquella chica, que había sufrido un accidente. Esa amiga, que había pasado horas y horas en el teléfono, escuchando sus problemas, hablando de tonterías, y gastando bromas. Eva, la que la abrazaba, cuando todo le iba mal, la que nunca le había rechazado un solo capricho... la que pasara lo que pasase, siempre estaba a su lado.

Pero aún así, Eva, le había dicho, que le daba igual si le gustaba Adam, pues la ayudaría. Y cuando dijo eso, ella estaba sonriendo, ocultando su dolor, escondiendo sus sentimientos en lo mas profundo de su ser, con cadenas y cerrojos.

¿Cómo le podía haber hecho eso, a la persona que más quería?


Adam, había decido que era hora de actuar. El momento, en el que haría recordar a Eva, todos esos sentimientos, lugares, recuerdos, experiencias, alegrías, besos, abrazos... TODO.

Aunque, contaba, con que le iba a costar, jamás hubiese pensando, que no la encontraría en su casa; por eso llamo a Julia. Ella estaba a su lado, en la cafetería favorita de Eva; pero ella estaba callada. Pensativa. Al final, se quedo mirando a un punto fijo, esperando que alguien entrase.


Julia, miro a su acompañante, sabía que este era su momento de ayudar. Pero tenía un mal presentimiento. Y por arte de magia se cumplio. Eva, entró en la cafetería... pero no sola. De reojo, observo a Adam, el tenía el puño cerrado, clavándose las uñas. Era un gesto muy habitual en él. Pero jamás pensó, que no le importaría el hecho, de que un hilillo de sangre le comenzará a brotar.


Xavier, miro a Eva. Ella le había soltado la mano, y ahora tenía el ceño fruncido, y miraba a una mesa, con cierta curiosidad, y un poco de resentimiento... y algo parecido a los celos. Ella se dio la vuelta y salio de la cafetería; la chica rubia de la mesa se levantó y la siguió. Él se quedó inmóvil, que había sucedido.

Entonces, vio al chico levantarse de la mesa. Se acercaba a él. Un chico de ojos azules, le resultó conocido, pero de qué. Aquel chico se quedo quieto enfrente de él.


Adam, golpeó al "acompañante" de Eva. Y a este, se le calló el cigarrillo. Vio como Julia, ya había salido tras ella. Aquel tío se levantó, y le propino un guantazo. Se quedo con la boca abierta.

-¿Y se supone que tú eres Adam?- dijo Xavier.

El chico del cigarrillo entre los dedos.

Otoño. Un cigarrillo descansaba entre los dedos de un muchacho, de uñas pintadas de negro, y con el esmalte ya arrancado por algunos lados. Ella le miro con cierta curiosidad y un poco de recelo, mientras aquel chico se acercaba el pitillo a los labios, con suma delicadeza. Se quedo hechizada, mientras el objetivo de su cámara apuntaba hacia el.

El le sonrió; la había descubierto. Eva, sin poder evitarlo pulso el botón; la cámara capto el mismo momento, en el que el retiraba el cigarrillo, y comenzaba a expulsar el humo gris por sus finos labios rosados. Ella se quedo asombrada, ante la belleza de ese simple gesto.

El, no pudo mas y la miro levantando una ceja, tentándola a acercarse. Ella se quedo extrañada, pero poco a poco comenzo a avanzar, sin miedo, sin prisas, y creyendo no conocerle. El en cambio, la conocía, había oído hablar de esa chica extrovertida de pelo naranja, que era sumamente abrumadora.

Eva, frunció el ceño, y le examino: era castaño con el pelo por la nuca, de ojos verdes, piel un poco morena, aspecto desaliñado, y mas bien punk. Era diferente a todo el mundo, que ella alguna vez había -creía- conocido. Ella sonrió, y el esbozo una media sonrisa.

Xavier, el chico del cigarrillo entre los dedos, habia hecho su aparacion.

Tira de tela.

Adam jugaba con una tira de tela. La retorcía, hasta hacerla desaparecer. Y su mente volaba caprichosa, y pensaba en Eva; en el momento, en el que la vio por primera vez. Aquel momento en que sus rostros se tropezaron, y ella extrovertida, no pudo para de reír, mientras su pelo naranja, la hacia parecer aun mas especial. Soltó la tira, dejándola caer juguetona al suelo, pero cogiéndola al final. Recordó aquel primer cine, con los amigos de los dos, para romper un poco la vergüenza, aunque ella de eso no tenia, y más bien, su amiga estaba para controlarla, de su labia. Caprichoso le hizo un lazo, deshaciéndolo, cuando lo veía imperfecto. Se la encontró en la playa, aquel veintidós de julio, el día de su cumpleaños, ella había cumplido diecisiete; y sin poder evitar una sonrisa, recordó TODO lo que paso .Al final lo dejo caer al suelo, cansado de ver que no siempre era suficiente. Y ella se le volvió a aparecer, esta vez, en el hospital, preguntándole que quien era el, y porque estaba ahí. Se levanto de la cama, y se dirigió hacia el armario, y se decidió por una camiseta negra con una frase, simple. Aquella camiseta, era la que mas le gustaba a Eva, era, la que ella recordaba siempre con risas, y le pedía que se la pusiera; aun recordaba, el accidente en el mcdonald con el ketchup. Fue hacia el aseo, y se miro al espejo, aun llegaba la placa con el nombre de ella, que tantas veces ella le había obligado a quitarse, y que el adoraba, por haber sido de ella. Paso la mano con furia por los frascos de colonia y perfumes. Su fragancia se le hacia presente. Se miro la mano, sin hacerle caso, y se puso a gritar y a llorar.

Todo le recordaba demasiado a ella.

Acabado y comenzado de nuevo.

Julia lloraba. Derramaba sus lágrimas, por ver todos sus sueños desquebrajándose poco a poco; conforme ella crecía. No comprendía, como en tan poco tiempo, las cosas, podían dar esos vuelcos de trescientos sesenta grados, y comenzar de cero. Por eso, después de aquel accidente de moto, que no solo cambio su vida, si no, también la de Eva, por desgracia... se corto su larga melena rubia.

Ella, sabía todo lo que aquello significa, pero no podía dejar pasar las cosas. Por una vez en su vida, no podía ser la chica fuerte, y firme, que se plantaba delante de las situaciones, como la mismisima Torre Eiffel.

Por eso, agarró unas tijeras, y poco a poco, sus mechones de pelo rubio, se fueron cayendo, al ritmo, del cual también sus lágrimas resbalaban, por sus mejillas. Y después de aquello, salió a la calle.

Como si todo hubiese acabado y comenzado de nuevo.

Una broma muy pesada del carpichoso destino.

Ella estaba yendo hacía el coche de su madre, despidiéndose sus amigas. Cuando él paso, él en su bicileta negra. Ella clavó su vista en sus ojos; él hizo lo mismo. Por un momento Eva, sintió uan extraña sensación... le conocía de algo, pero de qué.

Adam no pudo creer a sus ojos. El caprichoso destino le estaba gastando una broma, una broma muy pesada. Era ella; era Eva. Su corazón empezó a latir más y más fuerte, como si no tuviera espacio para él en su pecho. La miró con cierta pena, pero a la vez fascinado. Fascinado por su belleza; por sus ojos negros, su pelo naranja....

Eva subio al coche, dejando a aquel extraño atrás. Su madre piso el acelerador, y cuando sus miradas se volvieron a cruzar, sintió ese algo. Miró por la parte trasera del coche, sin recato alguno. ¿Quién era aquel desconocido?

Adam no sigió al coche... aunque lo quiso hacer. Se miró sus manos, impotente. El amor de su vida, estaba yéndose. Y todo por culpa de un maldito accidente; un accidente que le cambió la vida a los dos. Si ella no le hubiese visto, si no hubiese ido a aquella fiesta. No se hubiese besado con Julia, su mejor amiga. No hubiese pasado nada. Ella no hubiese cogido la moto... y lo más importante, no hubiese perdido la memoria.

Carta de una mujer a su marido.

¿Por qué me has hecho esto? No se suponía que me amabas. Dónde se quedaron los momentos bonitos. Los días en que no podíamos más, y nos reíamos de tonterias. Dónde se quedaron tus palabras ahora. Dónde pusiste tus promesas. Ahora veo que todo son mentiras.

Aún recuerdo las tardes de veranos en los bancos, cuando éramos jóvenes. Esas tantas llamadas de horas interminables. Cartas de amor a escondidas. Besos robados, regalados, dados y recibidos. Las noches de inviernos fríos.

Lo recuerdo todo, en este momento.

Lágrimas derramadas por alegría, por tristeza, por pensar que te perdía, por tenerte a mi lado de vuelta, por amarte, por añorarte, por los momentos juntos felices, y por todos esos dolorosos.

Nuestro primer día en "nuestra" casa. "Nuestra" boda. "Nuestras" promesas. "Nuestras" bromas. "Nuestros" momentos... "NUESTRO" todo.

Ahora te miró a los ojos, inertes. Tú, tú mi único y verdadero amor. Tú, tú mi única y absurda droga... me has llevado a la tumba. Me has matado.

Mientras acabas conmigo, ya, yo en silencio, lo recuerdo todo, y recuerdo las palabras mágicas: "En la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza. Hasta que la muerte nos separé." Pero no sabía que tu ibas a ser mi verdugo.

Nunca me pegaste, nunca me insultaste, nunca hiciste nada malo... ¿por qué me has arrebatado la vida?

Recuérdale a "nuestro" hijo que le amo, como nada en el mundo. A mí madre, que iré a un lugar mejor. A mi hermana, que no lloré. Y a ti... recuérdate, que te ame, hasta el punto de encontrarme muerta, inerte, vulnerable y alejada del mundo, en tus manos, ... para siempre.

Con amor,
Esa persona que lo dio todo, y más por ti.

La chica de la larga melena dorada.

Una vespa aceleraba y aceleraba en dirección a la estación de autobuses, ese día iba a volver a verla. A percibir esa sonrisa, que siempre le apoyaba en los malos y buenos momentos. Esos ojos, que llenos de preocupación, la había acogido, cuando más necesitaba apoyo. Aquella persona, que siempre estaba dispuesta a escucharla; aunque supiera, que algún día se dejaría la oreja junto al teléfono. Hoy, Julia, la chica de larga melena dorada, volvía.

Eva, le dio más gas a la moto, haciéndola rugir. Pero quien le iba decir, que en el justo momento en el que fue a acelerar, se encontrase con la mirada de unos ojos azules. Ella giró el cuello, cuando la moto aceleraba para verle mejor; pero ese chico, solo se tapo los oídos al oír el estruendo de la pequeña motocicleta.

Resopló y siguió en dirección a la gran avenida. Paso junto a un autobús negro y miró el interior, esperando encontrarla a ella, y cuando la vio, empezó a tocar la bocina, pero ella llevaba los cascos de su i-pod. Se cruzo con el autobús, y el conductor, de este; le dio con fuerza al claxón. Entonces la chica de pelo rubio, que se encontraba dentro, miró hacía la culpable y sonrió. Aquella chica, la conocía.

Que caprichoso era el destino.

Primer beso.

Ella miró el calendario. Por algún motivo, se dio cuenta de que empezaba a odiar esa fecha. Siempre le había gustado, ver a la gente feliz; viendo como sus padres compartían sonrisas de complicidad. Pero ese año, era diferente.

Recordó todo el año anterior; y entonces una punzada en su pecho le hizo darse cuenta de la realidad: había amado, pero no había sido amada.

Aunque no fuera la primera vez, sintió el dolor con más intensidad. Recordo sus paseos con él, sus risas, sus tardes de películas de miedo, sus pequeñas rabietas, y sobre todo recordó su primer beso con él. Pero por algún motivo, él aún decía que no la quería, que no le amaba. Y eso, era lo que no soportaba de todo aquello.

Subío a la terraza de su casa, pensado en todo lo que había sucedido. Hasta aquel, tonto pero maravilloso primer beso con él. Aun recordaba el sabor a vainilla de sus labios, su colonia extremadamente fuerte, pero fresca, y su mano entrelazada con la suya. Y sobre todo, lo que más recordaba, era la delicadeza con que la había tratado. Simplemente.... único.

-¿POR QUÉ HAY TANTAS PRUEBAS, Y SOLO UNA SOLUCIÓN?- gritó a pleno pulmon, notando sus lágrimas brotar y brotar, sin ella hacer nada para evitarlo.

Y entonces, recordó lo más doloroso. Él, había muerto.

Y me siento mal.

Y me siento mal.

Ella me había dado la vida, la oportunidad de poder confiar en ella; pero por algún motivo, tenía miedo.

Miedo de hacer que se avergonzará de mi, de que tal vez, ella esperaba a otra persona completamente diferente a mi. Alguien que pudiese confiar ciegamente en ella, como ella lo hacía. Pero, ya es demasiado tarde...

No supo aprovechar el momento, no supo hacer lo correcto; y ahora, como una tonta, más de mil lágrimas caen de mis ojos, por no saber tratarla como ella hace conmigo. Por tener miedo a defraudarla, a equivocarme, a no saber confiar...

A mil cosas, que parecen tontas, pero que aún así, me preocupan más que nada. Porque quiero que ella se sienta querida, como ella hace conmigo. Pero tengo demasiado miedo, como para quererla del mismo modo, que ella me quiere a mi. Y de que no confie en mí... otra vez.

¿Qué puedo hacer?

Admito, que tengo mi lado malo; pero no me puedes negar que en todo eso... hay algo que te gusta. El mínimo movimiento de mi mano, te tiene loca. Mis ojos negros como pozos, hacen que te sientas indefensa y menuda. Y mi voz... simplemente hace que te estremezcas, como si todo se pudiese controlar, como si las palabras que dijese, fuesen verdades como catedrales.

No te voy a negar, que jamás quise ser el malo, que no pensé en enamorarte, ni siquiera, en hacerte feliz. Que quise ordiarte, olvidarte, perderte... simplemente, quería que no existieras; que no tuviera ese estúpido sindrome de abstinencia hacía tí. Que las cosas fueran fáciles.

¿Qué puedo hacer?

Aún intento averiguar, cual es tu nombre, quien eres tú. Porque por algún extraño motivo... aún no te conozco; solo sueño contigo. Eres la salvación en mis pesadillas, el temor de mi tranquilidad. Pero sobre todo, eres... ¿tú?

Adam y... ¿Eva?

Adam, dejó de escribir por un momento en su bloc de notas, y miró a su alrededor. A aquel, verde y claro parque que le rodeaba, y le hacia sentir como en una de sus novelas; en las cuales los guerreros perseguían a su enamoradas a lo largo del bosque, y al encontrarlas siempre caían juntos al suelo.

Comenzó a morder la capucha del bolígrafo, y una oleada de ideas aparecieron en su mente. Pero, él, no quería escribir sobre nada que se le había pasado por la cabeza, por lo que cerró su bloc, y se levantó.

Al otro lado de la ciudad, Eva miraba impaciente el ordenador, esperando a que el ruido incesante y chillón del messenger sonará, y que adquiriera ese color naranja, que tanto le incordiaba y molestaba. Pero, por alguna razón, ya sabía que eso sería imposible; que aunque sonará, no sería de la persona que ella esperaba.

Entonces, a sus espaldas el móvil comenzó a brillar, y el sonido de la canción de “Pain It Black” de los Rolling Stones, inundó la habitación. Tardó varios segundos, en decidir si contestar o no al teléfono, hasta que dio a rechazar la llamada.

Adam suspiró. Se lo había imaginado, pero no de aquella manera tan brusca. Por un momento, le pareció, incluso haber sentido la respiración de Eva al otro lado del teléfono. Sintió como si su indecisión, no habían sabido si contestar o rechazar la llamada, como si todo hubiese sido la decisión más importante en su vida, aunque no fuese así.

Recogió sus cosas, y puso rumbo al primer bar, que se encontrará. Necesitaba ahogar sus penas, de cualquier manera.

El messenger dejó de sonar definitivamente, y el móvil se apagó. Ella se metió en la ducha, y lloró.

Había cambiado sin querer por él. Ya no era tal y como se recordaba, pero, por un momento, dejó que todo eso se fuera, con el reconfortante agua caliente.

¿Él o ella?

Y las cartas de amor escritas, pero nunca enviadas, descansaban en un lado de aquel desorden ordenado. En ellas mil palabras escritas de diferentes maneras, y con diferentes palabras; pero siempre con el mismo mensaje que descifrar.

Ella, se pintaba las uñas, mientras las leía una a una. Pensando en lo estúpida que era por no ser capaz de decir nada de lo que había escrito, por pensar que todo estaba acabado, que él, no podría pertenecer a su mundo.

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Él estaba sentado en un banco del parque, viendo a la gente pasar. Viendo como los egoístas humanos, solo se preocupaban de ellos mismos, y se acordó de alguien. Ese alguien que le había hecho cambiar de opinión. Una chica que no le importaba lo que le pasará. Aquella que dijo, que prefería morir ella, antes que matar a veinte personas más. Esa humana, que no era como los demás.

Pero, ¿en verdad era ella así?

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Sonaron los incesantes puñetazos, que la puerta estaba recibiendo. Ella se alarmó, y bajo. Estaba demasiado preocupada, por importarle como iba. Entonces, al abrir la puerta, se lo encontró a él. Ella le miró extrañada, pero él la abrazó.

Ella se quedo quieta, y él se apartó. Entonces se dio cuenta, pertenecian a mundos demasiados diferentes. Negó con la cabeza, y cerró la puerta, con él al otro lado. Eso sería lo mejor.

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Él, se pusó a mirar al cielo, cuando la puerta se cerró. Quería ser humano, una vez más. Quería sentirla en su abrazo, siempre.

Ese era mi nombre.

Aún recuerdo la primera vez que mis padres me contaron como llegué al mundo. Era un lunes cualquiera, un día soleado y frío. Mientras mi padre se fue a trabajar a las seis de la mañana, como siempre hizo y sigue haciendo cuando su cuerpo se lo permite. Mi madre se quedó en casa, porque se encontraba mal; quién le iría a decir, que después de un rato, iba a romper aguas.

Sé que no fue mi padre quien la llevo al hospital.

No porque el no quisiera, si no, porque mi madre dijo que aún no era el momento. Que yo sabría cuando iba a ser; y así fue.

A las tres de la tarde, nací yo.

El primero en estar allí, fue el padre de mi padre: mi abuelo. Él, siempre ha sido una persona arisca y borde, a la cual, le costaba mucho mostrar sus sentimientos. Aunque en vez de ser discreto, a él le gustaba decir las cosas a la cara, y que si se podía dejar más claro aún, él lo hacía así.

Recuerdo una vez, una semana antes de que el nos dejará. Yo no había ido antes, ya que aún era muy pequeña para ver ese tipo de cosas. Aún tengo la escena grabada en mi cabeza, como si hubiera pasado esta mañana. Él no pronunciaba palabra, había perdido el habla. Fuera de aquella habitación estaba yo, mi hermano entró primero. Yo tenía miedo. Nada más verle, mi abuelo lo llamó por su nombre, y nadie se alarmó, él siempre había sido uno de sus favoritos.

Aún veo a mi hermano salir de la habitación cada vez que paso por ahí delante. Él me toco el hombro, y me dijo que no temiera nada, pero no era tan fácil como parecía. Todos me miraban con ciertas indiferencia, yo tan solo tenía nueve años, mientras que mi hermano tenia quince.

Mi abuelo me miró, noté algo que nunca antes había notado en sus ojos verdes. Esos ojos verdes, con un toque marrón, que según la luz, se veían de una manera u otra; esos ojos que siempre me habían dado miedo, pero que eran hermosos. Muchas veces me arrepiento por no haberlos heredado.

En ese momento, el intentó como levantarse. Le vi tumbado en la cama, vulnerable y débil como nunca antes lo había hecho, y sincero, más que nunca. Era claro, transparente, y simplemente, cristalino. Al ver que no podía levantarse me dio la mano, y sonrió. Aún me entran ganas de llorar cada vez que esa escena vuelve a pasar por mi mente. Dijo mi nombre, aquel nombre que nunca había estado en la familia. Aquel hombre que siempre me había dado miedo, ahora estaba admitiendo que yo era quien era. Por primera vez en la vida, y creo que por última, me sentí verdaderamente yo. Nadie en la sala se lo creía, no daba crédito a sus palabras, pero mi madre se acercó y me abrazo; dándole razón. Si, ese era mi nombre...

Una semana después, murió. Aún se me ponen lágrimas en los ojos cuando veo sus fotos conmigo, en las cuales él se ve tan pequeño. Viéndome en el hospital, con tan solo minutos de vida. Conmigo en brazos, a los tres años. En su casa con siete años. Pero me siento impotente, vulnerable, como él se había sentido ese día, por no haberme dado cuenta de todo lo que teníamos en común, por no haber aprovechado mis nueve años junto a él. Ojalá pudiese volver a atrás para decirle, todo lo que estoy escribiendo ahora, para decirle que no le defraudaré, que lo intento con todas mi ganas. Y que seré alguien en la vida, tal y como él me ha enseñado a ser.

Él, era y es mi abuelo, y le echo de menos.

Besos, abrazos, caricias, palabras...

Y Eva, por un momento, dejó que su mente vagara. Recordo todo lo pasado con Adam, aquellos momentos especiales; todo lo bueno que habían vivido juntos. Besos, abrazos, caricias, palabras... todas esas cosas; pero por un momento, paro.

No, no quería estar con él, no podía. Le daba igual que la amase, que fuera feliz a su lado, que la hiciera sentir especial, única, inigualable. Porque ella, ella no podría seguir fingiendo por todas esas cosas que habían vivido juntos, por más que le doliese.

Ella, debía seguir su camino, tenía que ir hacía delante, y no mirar para atrás. Porque, no podía estancarse en aquel párrafo de su larga historia. Tenía que comenzar una nueva línea en su folio en blanco, debía terminar su libro.

Porque Eva no podía estar más con Adam, ya que no le amaba.

Arma en mano.

Y hubo un momento, en el que me miré, con un arma en la mano, sin saber muy bien que hacer; porque, en cierto modo, se que tú tampoco sabías que iba ha hacer yo. Fue un momento estúpido; no quise disparar, me lo pensé y fue peor. No por ti, tampoco por mi, si no por el hecho de llevarla en la mano.

Por pensar que todo se podía acabar de esa estúpida manera. Que mis problemas se irían, que si te eliminaba a ti, no habría mas dudas, mas problemas que me acosaran en las oscuras y agobiantes noches.

Tu mirada no me perseguiría, tus ojos no me mirarían, tus palabras no me volverían a herir nunca. Pero, me sentiría como si perdiese, como si este juego no lo acabase del modo que debería acabar.

Así, que te la tiendo, ahora la decisión esta en tus manos, como siempre. Yo aceptaré cualquiera de las dos: borrarme de tu vida para siempre, o quedarme en ella de una forma silenciosa.

Ninguno ganará.

Castillo de cristal.

Tu silencio me duele más que tus palabras, porque es como la nada envolviendome; como si todo fuera un castillo de cristal, y tu silencio fuera la piedra que lo rompiera todo, y yo inútil, lo reconstruyo, haciendo que mis manos sangren y se corten con los trozos inservibles de aquel edificio roto.

Y cuando pienso abandonar, vienes con tus palabras de cariño, esas que como si fueran medicina, que creo que me curan las heridas. Que me hacen seguir adelante, que me hacen ser humana.

Pero de lo que verdad no me doy cuenta, es que tu juego me debilita, hace que me quite la máscara de la frialdad, el escudo de hielo.... y que quede transparente a tus miradas, sincera a tus preguntas, y yo... y simplemente yo ante ti.

Comienzos.

Él, con sus grandes ojos verdes, quería ver el mundo. Quería viajar por Estambul, Praga, Venecia, Atenas, Etiopia... por todos esos lugares llenos de historias disparatadas, y ambientes desconocidos. Quería saber todo aquello que nunca supo. Quería saber que había en la India, en Egipto... en todos esos lugares por los que viajo Alejandro Magno; aquellos lugares que llevaron al Gran Emperador, a la tumba.

Quería vivir aquellas historias que le habían contado. Todas esas experiencias que siempre se le habían negado; todo aquello que le haría ser diferente a como era. A lo mejor ya no le gustaría la ropa que le habían comprado. La música que le había parecido oír. Las risas que creía haber escuchado. Los sentimientos que pensaba que había visto. En definitiva, todas esas cosas conocidas, pero a la vez tan diferentes y extrañas.

Cogió aire, y antes de mirar hacía delante, hacía todo lo que le esperaba aquella nueva vida; oyó los llantos desesperados de una mujer. Escucho los animos desesperados de un hombre. Notó dos manos que le agarraban con firmeza para sacarlo de allí. Vio todo aquello que estaba abandonando.

Estaba abandonando aquello conocido durante nueve meses, para ver como dos manos frías, y crueles le sacaban de allí. No parecían cálidas, como debían de ser. No eran seguras, como creía haber sentido.

Su vida se iba por ese vacio inesperado, por ese lugar tan poco agradable. Pero entonces, antes de que la muerte le pudiera alcanzar. Vio la luz esperanzadora de una familia, la suya. Vio como su padre tenía los mismos ojos que él; pero los de él, estaban llenos de amor hacía esa mujer. Esa mujer que hacía todo lo posible por tenerlo: su madre.

Se dejo llevar, dejo que esas manos se convirtieran en unas cálidas. Lloró y gritó, hasta que sus padres le tuvieron en brazos. Por fin esas manos cálidas y seguras, esas manos que le guiarían por la vida. Eso, si que era una familia: su familia.